Los ciudadanos europeos estamos de enhorabuena. Ninguno de nuestros bancos estaría en apuros si la región volviera a 2008 y Lehman Brothers quebrara de nuevo. Como si no lleváramos 10 años preparándonos para evitar un escenario así.
Sin embargo, la próxima crisis llegará, y será distinta. Entonces, el sistema cederá. Ya me imagino a medios de comunicación: ¿Qué pudo fallar? La respuesta es sencilla: los propios test de estrés. Más que un ejercicio serio de predicción económica, ponen a prueba nuestro grado de credulidad.
Más que un ejercicio serio de predicción y análisis económico, los test de estrés ponen a prueba el grado de credulidad del ciudadano medio europeo
El escenario analizado partía de una hipótesis en la que el PIB europeo decrece un -1,2%, -2,2% y +0,8% en 2018, 2019 y 2020, respectivamente, lo que supone una desviación conjunta del 8,3% en términos de PIB con respecto al escenario base a tres años vista. La tasa de paro, por su parte, ascendía al 7,9%, 9% y 9,7% en los mismos años, lo cual supone una desviación de 3,3 puntos porcentuales en 2020.
Ciñéndonos a los mensajes institucionales, los resultados no pueden ser más positivos: los 48 bancos europeos analizados, provenientes de 15 países, han superado ampliamente los tests. La realidad, como suele ocurrir con este tipo de ejercicios, pinta un escenario radicalmente distinto.
Para empezar, el informe parte de un shock económico de probabilidad baja, y para el que el mundo entero se ha preparado ya. Grandes agentes del sistema bancario mundial, como fue Lehman Brothers en su día -como ya comentamos en este blog-o BlackRock en los próximos meses pueden quebrar. Pero no provocarán los mismos efectos de 2008. Y, sin embargo, este es el desencadenante contemplado en los test: una reducción de un 41% en el mercado de valores norteamericano provocado por un shock de este tipo.
Continuando con el ejercicio académico montado con el dinero de todos, esta situación desencadenaría una serie de efectos en los distintos estados europeos. Concretamente, el PIB alemán retrocedería un 3,3% acumulado, Italia un 2,7%, Francia un 1,5% y España un 0,8%. En términos de empleo, Alemania sufriría un desajuste con respecto al escenario base del 0,9% en 2018, del 2,4% en 2019 y del 3,2% en 2020; mientras, países como Francia asumirían un impacto del 1,5% en 2020. Menos de la mitad. No creo que encuentren ningún período de crisis reciente, más allá del excel de la ABE, en que Alemania retroceda más del triple que España.
Si algo nos enseñó la crisis financiera de 2008, y su posterior réplica en el sector bancario español es que es tan importante el desencadenante de la situación de tensión como la gestión de la misma. En nuestro país decidimos tirar la casa por la ventana con un Plan E que, además de acumular pérdidas por valor de 7.800 millones, según el Tribunal de Cuentas, nos condujo de pleno a la peor crisis bancaria de nuestra historia.
En efecto, nuestros bancos de 2008 estaban preparados para asumir el shock derivado de Lehman Brothers, que es lo mismo que anticipan los test de estrés de 2018. Para lo que no estaban preparados es para la irresponsabilidad de nuestros políticos. Este hecho, que compartimos con países como Italia, no está contemplado en el escenario analizado.
Por último, un comentario sobre la metodología. En Europa, ante la falta de un organismo con la autoridad necesaria para imponer normativa fiscal y actuar de facto como una entidad supranacional, decidimos dejar a cada banco impactar de forma interna los resultados del escenario analizado. Es como si usted presentase una hoja Excel hecha por usted mismo con la relación de sus ingresos y gastos cuando va a pedir una hipoteca al banco. Evidentemente, no va a mentir. Pero sí que tratará de usar los datos a su disposición para salir lo más guapo posible en la foto. Los bancos hacen lo mismo, según la propia Comisión Europea. Esto, por una parte, añade heterogeneidad al resultado final y dificulta la comparación entre entidades y países, y, por otra, resta credibilidad al informe.
En definitiva, el Banco Central va a partir de un informe que prácticamente es papel mojado para llevar a cabo su hoja de ruta para los próximos años. Todo un logro de nuestros burócratas europeos, que en las próximas elecciones le seguirán diciendo que no hay margen para una reducción del gasto público en el viejo continente.
Pero como todos los bancos superan el ratio de capital de máxima calidad marcado como frontera del 4,5%, lanzamos la campanas al vuelo y Europa está salvada. Nada más lejos de la realidad.
Los resultados del test dejan algunas lecciones que podemos tener en cuenta para los próximos meses.
El sector financiero italiano y el español son un riesgo sistémico para la Eurozona. Todos sus bancos mantienen su ratio de capital de máxima calidad por debajo de la media europea.
En primer lugar, el sector financiero italiano y español son un riesgo sistémico para la Eurozona. Cocinando sus propios datos y con un escenario macro con un marcado carácter optimista, todos ellos mantienen su ratio de capital de máxima calidad -CET 1- por debajo de la media europea
Debemos tener en cuenta que no se han incluido bancos con reconocidos problemas en el pasado reciente, como Monte Dei Paschi, ni las entidades más pequeñas. Ni Banco Santander ni BBVA fueron empresas con problemas en los peores años de la crisis. Es más, aportaron 60.000 millones al rescate de todas las cajas y pequeñas entidades que hubo que reestructurar. Creo que tenemos poco que celebrar.
El sistema financiero alemán, por su parte, podría ser el talón de Aquiles de un país que está haciendo los deberes en los últimos años. Evitó la reforma del sistema financiero en 2012 y ahora podría pasarle factura. Si bien es cierto que sus bancos son los más impactados por un escenario macro de ciencia ficción, Deutsche Bank lleva luchando por su supervivencia unos meses y parece evidente que tiene problemas.
En definitiva, estamos ante un ejercicio teórico que demuestra que el Excel lo soporta todo. Como ya he comentado reiteradamente en este blog, la próxima crisis creo que la va a encender algún estado europeo -Italia y Grecia tienen muchas papeletas -y que hay países que se preparan para esta situación y otros, como España, que no. Lo que parece evidente es que el sector financiero volverá a colación y aumentará la brecha entre las Europas.