Castilla y León necesita evolucionar. Esa es la conclusión que cualquier analista mínimamente crítico saca al conocer el estado de la región. Con una economía orientada al sector primario y al sector público, son necesarias políticas de impulso a la productividad, internacionalización y sector privado como palancas de crecimiento y de generación de prosperidad.
Lo que se ha hecho durante tantos años es un modelo económico acabado. Hace unas semanas me presentaron una alternativa para la región de Canarias que les está yendo razonablemente bien. De igual manera que Irlanda y sus regiones, en Canarias se ha creado la Zona Especial Canaria (ZEC), un consorcio que permite a los empresarios gozar de bajos impuestos.
Más concretamente, la ZEC es un consorcio fundado en el año 2000 entre el Gobierno de España y el Gobierno de Canarias, y está adscrito al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. Se trata de una zona dentro del territorio de la Comunidad Europea de baja tributación fiscal que se crea en el marco del Régimen Económico y Fiscal de Canarias (REF), con la finalidad de promover el desarrollo económico y social del Archipiélago Canario y de diversificar su estructura productiva.
De esta forma, todas aquellas entidades y sucursales que pretendan desarrollar una actividad industrial, comercial, o de servicios, encuadradas dentro de un listado de actividades permitidas, se benefician de ventajas fiscales relevantes:
• Impuesto sobre Sociedades al 4%. Este tipo se aplica sobre unos límites de base imponible atendiendo a la creación de empleo.
• Exención en el Impuesto de la Renta de No Residentes. Los dividendos distribuidos por filiales Entidades ZEC a sus sociedades matrices residentes en otro país, así como los intereses y demás rendimientos obtenidos por la cesión a terceros de capitales propios y las ganancias patrimoniales derivadas de bienes muebles obtenidas sin mediación de establecimiento permanente quedan exentos de retención.
• Exención del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados. Las entidades ZEC estarán exentas de tributación por este impuesto en los siguientes casos: Adquisición de bienes y derechos destinados al desarrollo de la actividad de la entidad ZEC en el ámbito geográfico de la ZEC; las operaciones societarias realizadas por las Entidades ZEC, salvo su disolución; y los actos jurídicos documentados vinculados a las operaciones realizadas por dichas sociedades en el ámbito geográfico de la ZEC.
• Exención del Impuesto General Indirecto Canario (IGIC). Se trata de una figura impositiva muy similar al IVA
Además, todas estas ventajas fiscales son compatibles con otros incentivos fiscales.
Lo cierto es que a la región no le ha ido nada mal bajo este consorcio. Desde que se aprobó (2000), se han creado 105.000 empleos. Solamente en los peores años de la crisis (2010, 2011 y 2012) la región ha sufrido destrucción de puestos de trabajo. Sin duda tiene algo que ver el número de empresas, que ha permanecido estable desde 2011, frente a las 64.000 que se han destruido para el resto del país. En términos de PIB, en los últimos 15 años solamente ha decrecido en 2 (2009 y 2011), siendo una de las regiones motor del país en 2015: +4% de crecimiento anual.
Sin duda, un ejemplo más de que la receta para revitalizar la economía pasa por bajar los impuestos y dar más cabida al sector privado, tal y como ya explicamos en este blog sobre Irlanda.
Y lo cierto es que Castilla y León tiene todos los ingredientes para adherirse a esta figura jurídica y beneficiarse de sus ventajas fiscales: Se trata de una región con el PIB per cápita muy por debajo de la media europea, sin capacidad de crecimiento ni generación de empleo más allá del inyectado con talonario público, y con un despoblamiento importante debido a dos efectos: por una parte, el envejecimiento natural de una población muy poco dinámica; y, por otra (y más relevante), la ausencia de oportunidades profesionales a la altura de la generación más preparada de la historia de este país. No en vano, la inversión bruta en la región fue de 159 millones de Euros, frente a los 8.723 que recibió Madrid, o los 2.968 millones de Euros de Cataluña.
En definitiva, una región que debe evolucionar para no perder todo lo logrado en los últimos años en términos de prosperidad y bienestar. Es importante darse cuenta de que el ciudadano, entre otras cosas, está castigando en las urnas un modelo económico que considera obsoleto y confiscatorio en términos de esfuerzo fiscal. La apertura al libre mercado, la eliminación de subvenciones (tanto a empresas automovilísticas como la PAC), y la atracción de capitales privados regionales y extranjeros son la clave para dar la vuelta a la situación.
Canarias, Irlanda, Reino Unido y todos los países que abogan por una economía libre y próspera nos enseñan el camino. La solución propuesta se encuentra dentro del marco de la Unión Europea, y la región podría absorber un potencial impacto en términos de ingresos fiscales los primeros años (hasta que el modelo coja tracción) gracias a un ratio de deuda pública realmente bajo (un 19,4%).
Los ingredientes están todos. Solamente falta la iniciativa política y un liderazgo claro y valiente que lleve una solución ganadora a buen puerto, con elementos decididos de comunicación y empuje desde todos los organismos de la región.